„Ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit!“ (Significa: “Un brindis, un brindis por la comodidad”). Con ese brindis prometedor empezó el famoso Oktoberfest en nuestro patio el último fin de semana. Aunque el clima no fue tan acogedor, vinieron casi 500 personas el viernes y sábado pasado para festejar la fiesta de cerveza bávara con nosotros. Muchos de nuestros visitantes se pusieron el traje famoso de Bavaria: un “Dirndl” (un vestido) para las mujeres y unos “Lederhosen” (pantalones de cuero) con una camisa de cuadros para los hombres. Por supuesto, nosotros también recibimos todos con el traje regional.
Bajo la gran carpa que fue decorada con las banderas negras, rojas y doradas de Alemania y las banderas azules y blancas de Bavaria, ofrecimos la “Müncher Hofbräu”, la cerveza original del Oktoberfest de Munich en los vasos tradicionales que caben un litro. Los festivaleros pudieron también disfrutar la salchicha típica, la “Bratwurst” , según la receta original de Alemania que servimos en un bocadillo con mostaza.
El ambiente fue muy alegre gracias a la “Deifes Buam mit ihrem Engel”, una banda de Bavaria que sólo vino a Querétaro para tocar en nuestra fiesta. Ellos no sólo tocaron canciones en su dialecto sino también obras internacionales así que desde el inicio la gente bailó en las bancas. Para los niños, había entretenimiento también. Las animadoras los cuidaron con cariño haciendo dibujos y juegos pequeños.
Cuando se acabó la fiesta a la medianoche nadie quiso irse. Confirmamos una vez más que los alemanes son tan festejos como los mexicanos. ¡Todos se la pasaron muy bien y ya esperan el próximo otoño cuando uno se canta “Ein Prosit, ein Prosit…”!
„Ein Prosit, ein Prosit der Gemütlichkeit!“ Mit diesem vielversprechenden Trinkspruch begann letztes Wochenende das allseits beliebte Oktoberfest im Hof unserer Schule. Trotz der regnerischen Aussichten, kamen fast 500 Personen, um mit uns am Freitag und Samstag das bekannte Bierfest aus Bayern zu feiern. Viele unserer BesucherInnen kamen in der typisch bayrischen Tracht.Wir konnten viele Dirndlkleider bei den Frauen und Lederhosen und Karohemden bei den Männern bestaunen. Natürlich waren wir selber dem Anlass entsprechend angezogen, um alle gebührend begrüßen zu können.
Unter dem großen Festzelt, welches in den Deutschlandfarben schwarz-rot-gold und Bayernfarben blauweiß erstrahlte, haben wir das „Münchner Hofbräu“, das originale Oktoberfestbier aus München in den traditionellen Ein-Liter-Krügen angeboten. Die FestteilnehmerInnen konnten es sich darüber hinaus mit einer traditionellen Bratwurst nach deutschem Originalrezept im Brötchen gutgehen lassen.
Die Stimmung war dank der Band “Deifes Buam mit ihrem Engel” besonders ausgelassen, die extra für das Oktoberfest von Bayern nach Querétaro gekommen war. Sie spielten nicht nur regionale Lieder, sondern überzeugten auch mit internationalen Rhythmen, sodass die Leute von Anfang an begeistert auf den Bänken tanzten. Auch für unsere kleinen Gäste gab es Programm. Die Animateurinnen kümmerten sich liebevoll um sie und malten und machten kleine Spiele mit ihnen.
Als das Oktoberfest schließlich gegen Mitternacht endete, wollte noch keiner nach Hause gehen. Einmal mehr sahen wir feuerfreudige Mexikaner und Deutsche. Alle hatten viel Spaß und erwarten schon mit Spannung den nächsten Herbst, wenn es wieder heißt: „Ein Prosit, ein Prosit!“